El crecimiento de la población de la paloma en el país, en particular, en Tucumán, sigue generando inconvenientes en los cultivos, constituyéndose así en una barrera para la producción local.
José María Chani es ecólogo. Actualmente es profesor de las escuelas de Biología y de Agronomía de la Universidad Nacional de Chilecito, en La Rioja. Fue asesor ambiental de empresas petroleras y, en la provincia, de firmas citrícolas. Su perspectiva ante este escenario se centra en la necesidad de confirmar definitivamente, como primera medida, la magnitud del daño a las campañas para luego establecer sus las estrategias de control.
- ¿Cuál es la evaluación y su proyección ante este problema?
- En primer lugar, nos referimos a una especie de paloma conocida en Tucumán como sacha o torcaza (Zenaida auriculata). En cuanto a su relación con los cultivos de granos, particularmente sorgo y soja, esta especie ha registrado efectos de plaga en ambos cultivos, que han sido estudiados en profundidad por Enrique Bucher, de la Universidad Nacional de Córdoba, desde 1970. La evaluación del daño que produce, éste es un punto de gran interés en el caso de la soja, debido a que todavía no se establecen resultados concretos que indiquen si el daño es grande, medio o pequeño. Esto es algo en lo que es necesario trabajar y estimar en la situación actual en Tucumán. Este es el primer punto que debería aclararse, antes de tomar cualquier medida de control.
- ¿Es posible manejar la plaga sin dañar el medio ambiente?
- El problema de esta especie de paloma es que lo único que regula sus poblaciones es la disponibilidad o no de alimento. Bucher demostró hace cuatro décadas que esta especie no se controla por mortalidad selectiva, o sea matando palomas. Es una especie que está presente en toda Sudamérica, es totalmente oportunista y un sembrado de granos dispara inmediatamente una explosión demográfica no controlable. A pesar de esto, aún se emplean cebos tóxicos que matan palomas, además de envenenar toda la cadena trófica. Sin embargo, estas palomas muertas solo significan más espacio para pichones que hubieran muerto por falta de alimento, y al estar presente el alimento la población sigue creciendo.
- ¿Qué se aconseja?
- Una alternativa que se usa en algunos países sudamericanos es espantarlas con "batucadas", o sea, grupos de personas que recorren el cultivo evitando que las palomas se asienten mediante elementos que produzcan ruido. Esto funciona debido a que la "ventana de ataque" de la paloma en el cultivo es de tres a cinco días, porque solamente busca los cotiledones, es decir, el brote de la semilla. En cuanto la planta logra producir las primeras hojas verdaderas, la paloma ya no la consume. Hasta ahora este es un método rudimentario pero efectivo, que ocupa mano de obra no calificada y no es contaminante en absoluto.
- ¿Hay otras alternativas?
- Se está explorando, pero sin resultados claros hasta ahora, a partir de los repelentes biodegradables no tóxicos.
-¿Considera necesario evaluar con mayor profundidad este problema antes de tomar algunas decisiones de control?
- No solo lo considero, sino que es, a mi criterio, el primer paso que debe darse. Es imprescindible conocer si estamos ante pérdidas importantes o pérdidas más baratas que todos los métodos que probemos para frenar a la torcaza.
- ¿Cuáles son las especies que se registran en la región y los estados que más complicaron a la soja naciendo?
- En primer lugar, quiero plantear el panorama general, para luego puntualizar en el problema actual. Desde 1950 la Organización de Naciones Unidas (ONU) clasificó la potencialidad del uso del suelo para todos los ambientes naturales de nuestro país; la zona norte, desde el norte de Córdoba y de Santa Fe y el litoral, la aptitud que asignó a estos suelos son forestal y ganadería. Esto se debe a que, originalmente, el norte argentino se caracterizaba por sus distintas formaciones boscosas: distintos tipos de bosques chaqueños, selva paranaense del NEA y selvas lluviosas de montaña o Yungas en el caso de NOA. A pesar de esta caracterización de potencialidad de desarrollo, lamentablemente los bosques del Norte argentino han sido y continúan siendo reemplazados por cultivos de granos, sin tomar en cuenta que los suelos de bosque de penden de la existencia de éste para mantener su potencialidad de uso. En la medida que elimino el bosque, estos suelos pierden su potencialidad de uso en pocos años debido a la falta de aquel bosque que le otorgaba continuamente los nutrientes necesarios, agua, materia orgánica, retienen carbono y producen oxígeno. Los bosques son los grandes captadores del agua, incluso hoy se sostiene que funcionan como "atractores" del vapor de agua de los océanos, atrayéndolo hacia los continentes, produciendo un efecto más importante que los vientos en el ciclo del agua a nivel planetario, lo que explicaría las sequías que están registrando en la actualidad ambientes húmedos como la amazonía, la pampa húmeda, entre otras. En el caso de Tucumán, históricamente se transformó radicalmente la selva pedemontana, primero con la industria de la carreta tucumana, construida con maderas de las Yungas, luego le siguió la caña de azúcar, el citrus y hoy la soja en la zona este y sur de la provincia, lo que originalmente eran bosques chaqueños o selva pedemontana.
- ¿Cuáles son las condiciones de reproducción de la paloma?
- La reproducción está ligada a la disponibilidad de alimento, en los bosques originales era poco abundante y se trasladaba siguiendo los excedentes que cada bosque producía. En los cultivos se reproduce todo el año, poniendo de dos a cuatro huevos cada vez. Son muy buenos padres y teniendo alimento crían todos los pichones.
- Las condiciones de su hábitat, en ese caso, ¿cuáles son?
- Originalmente, las zonas boscosas de Sudamérica, tanto bosques húmedos como semiáridos y áridos. Hoy sigue habitando los remanentes de los espacios de bosques que aún se mantienen, pero particularmente, es muy exitosa asociándose a los cultivos de granos, en especial, de sorgo y soja, como los hay en Tucumán.